La Diputación Provincial de Badajoz nombra a la Tauromaquia como "Obra Maestra del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad"

La Diputación Provincial de Badajoz ha aprobado por unanimidad una moción conjunta del Grupo Socialista y Popular por la que se nombra la Tauromaquia como "Obra Maestra del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad" conforme a los criterios y definiciones de la propia UNESCO. La Diputación reconoce que "la Fiesta de los Toros es una tradición con implantación y arraigo en la provincia de Badajoz, que constituye un patrimonio cultural, antropológico, histórico, monumental y ecológico de primer orden que debe ser preservado y legado a las futuras generaciones.
El presidente de la Asociación Internacional de la Tauromaquia, el mexicano William Cárdenas, ha destacado a Efe que es la primera Diputación de España en tomar esta iniciativa que ya han adoptado ayuntamientos como el de Zamora y comunidades autónomas como la de Madrid.

Plaza de toros de Badajoz. Fue inaugurada el 24 de junio de 1967. Tiene un aforo de 13.004 localidades.

La Institución provincial pacense constituyó el Organismo Autónomo "Patronato de la Escuela de Tauromaquia de la Provincia de Badajoz" con la finalidad general de "realizar cuantas actuaciones contribuyan al desarrollo y fomento de la Fiesta de los toros en la provincia". Desde la Diputación y el Patronato se considera que la Fiesta de los Toros, en sus diferentes interpretaciones, refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten, íntimamente ligada a sus tradiciones, costumbres y creencias religiosas, que expresa al mismo tiempo, en el aspecto ético y cultural, los valores fundamentales del hombre de herencia latina y su manera de enfrentarse con la vida, con la muerte y con lo efímero, resultando de ello no solo una expresión de arte y cultura, sino una fuente de inspiración de todas las artes, además de constituir el núcleo de numerosas fiestas locales en la provincia de Badajoz , fomentando de manera muy significativa el turismo, la hostelería, el comercio y la economía local de las ciudades taurinas, implicando además, en el campo y en las ciudades, numerosos oficios y puestos de trabajo relacionados directa o indirectamente con el mundo de los toros.

Así, se insta a los Gobiernos de la Nación y de la Comunidad a que adopten, en el ámbito de sus respectivas competencias, todas las medidas necesarias para la protección y la promoción de la Fiesta de los Toros y para su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial a nivel regional, nacional y mundial, dándolo a conocer para que se tome mayor conciencia de su importancia y propiciar formas de diálogo que respeten la diversidad cultural, tal como lo recomienda la Convención de la UNESCO.