Advertimos a nuestros lectores que algunas de las fotos no corresponden a los toros del Sr. Gallardo
Plaza de toros de las Palomas
Tercer festejo de la Feria Real de Algeciras
Seis toros de Fuente Ymbro para Salvador Vega, David Galván y Salvador Barberán, que tomaba la alternativa
Orden de lidia |
Los toros de Fuente Ymbro. Bien presentados, luciendo buenas defensas, astifinos y fuertes. En general con mal comportamineto, sacando genio más que bravura. Mucho movimiento al principio, por abantos, y dando parones al final. Como los cacharritos de la feria. El primero, de menor presencia, pastueño y noble. El segundo remiso ante los engaños. El tercero salió embistiendo a todo y se apagó en el último tercio. Cuarto, quinto y sexto, moviendo mucho la cara y protestando en la muleta.
HECHIZO, toro de la alternativa de Barberán
El primero, algo escurrido pero tocadito de pitones, toro de la alternativa de Salvador Barberán, salió abanto y el algecireño no supo pararlo con el capote, mostrandose medroso y enganchando. Tras recibir los trastos de Salvador Vega, Barberán brindó a su señor padre y luego se dispuso a torear, sin logralo ya que ante el toro estuvo siempre dubitativo, fuera de cacho y con prevenciones, y echando en más de una ocasión el culito para atrás. Una vez que intentó pasar al toro al natural enganchó la muleta y ahí quedó todo, en un intento. Todo estas cosas las hizo Barberán ante un toro noble y pastueño que el único "defecto" que tenía era ¡qué embestía! Para matar al toro tomó Barberán tres veces la vía de Tarifa, pinchando las dos primera y dejando a la tercera una estocada entera. Recibió aplausos desde el tercio. Si todo esto fue lo que dió de sí Barberán ante un toro pasatueño y noble, excuso decirles lo quie hizo ante el sexto, que meneaba la cabeza y protestaba para tomar los engaños. La receta que aplicó el nuevo matador de toros no fue del agrado del público, pues consistió en un ligero baile de piés dando tirones del trapo después de cada enganchón. Después de llegar a la conclusión de que no sabía que hacer con el toro decidió darle pasaporte, trámite que consistió en cuatro salidas por la izquierda del toro dejando pinchazos y una estocada atravesada y tendida al tercer intento y al cuarto no se sabe qué porque soltó la muleta y ésta tapó la colocación de la espada. Sus compatriotas guardaron un respetuoso silencio, aunque algunos desahogados le pitaron.
Mientras merendábamos |
Salvador Vega recibió al segundo toro con verónicas rápidas y bruscas y es que este toro pareció salir con mucho ímpetu y hasta empujó sin mover la cara mientras recibió un puyazo bien colocado en todo lo alto. Tras la devolución de trastos, comenzó Vega genuflexo a aplicarle al toro una lidia poderosa y dominadora, sacándolo del tercio al centro de la arena con derechazos por bajo con mucho empaque. Misteriosamente, o sin tanto misterio, el toro cambió entonces de comportamineto y fue perdiendo las ganas de embestir, se mostró remiso y tardo en tomar la muleta, se dedicó a mirar mucho y a pararse a medio viaje y a dar arreones. Salvador Vega estuvo muy bien aunque todo lo hizo sin llevarse la muleta nunca a la izquierda. Preparó para la muerte con trincherazos y logró una estocada algo tendida. Se le concedieron dos orejas como premio y más de uno, no sé porqué, aplaudió al toro en el arrastre. Igualmente poderoso se mostró Salvador Vega en el recibimineto al cuarto de la tarde, con verónicas de rodillas. Este toro embistió de forma descompuesta, meneando mucho la cara y lanzando hachazos hacia arriba. Abrevió el de Estepona y tras unos pases de aliño con cierto gusto mató de una estocada y descabello tras oir un aviso. Recibió muchos aplausos desde el tercio.
Burladero de los carpinteros |
El tercer toro de la tarde, castaño, demostró malas intenciones al arrancarse hacia David Galván cuando éste pedía el cambio de tercio tras una desatrosa suerte de varas. Hasta entonces nadie había parado a un toro que iba y venía a su antojo dando carreras y embistiendo con ventajas. En banderillas le costó a Duarte pararlo y ponerlo en suerte y en en cuanto lo pincharon comenzó a pararse y a esperar a los banderilleros. Este toro pudo haber sido bueno en la muleta, por aquello de la movilidad aunque esto no siempre signifique bravura, pero el caso es que el exceso de manta durante los tercio anteriores hizo que se fuera quedando y resultada parado en la muleta de Galván, entre cuyos méritos está el haber querido torear al natural con gusto, aunque resultando desarmado en dos ocasiones. Terminó el de la Isla un poco encimista en los prolegómenos de la suerte suprema y acabó con el castaño de una estocada caída, trasera y tendida que le valió una oreja y petición de la segunda. El quito toro salió abanto en los primeros tercios y fue malo para la muleta, mirón y buscón, no tuvo fijeza y por momentos pareció querer rajarse. Galván estuvo por ahí sacando algún pase limpio pero sin continuidad, todo con la mano derecha. Dos pinchazos, un aviso y descabello para recibir aplausos desde el tercio.
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