Algeciras, 26 de junio de 2009, segunda corrida de la Feria Real. Miguel Ángel Perera, que alternaba con Ponce y Castella, ejecutó la suerte del volapié a la hora de matar a los dos toros de don Luis Algarra.
VOLAPIÉ
Se emplea la suerte del volapié para matar los toros parados. El torero toma cierta distancia y se perfila para matar, ejecuta una pequeña carrera y clava el estoque dando salida al toro por su derecha mientras que él continúa su carrera por la izquierda.
VOLAPIÉ EN LA SUERTE NATURAL.
El que ejecutó Perera a su primer toro (tercero en el orden de lídia, nº 98, negro, nacido en octubre de 2004, 510 kilos). A mitad de faena el toro se quedó parado y desarrolló maneras defensivas. Perera entró a matar al volapié en la suerte natural, colocando al toro con su costado derecho pararelo a las tablas, de forma que al ejecutar la suerte diera salida al toro hacia las afueras, su terreno natural, y que él pudiera salir hacia las tablas, terreno natural de los toreros. En el embroque el toro le arañó el muslo derecho y le rajó la seda del vestido, a pesar de lo cual pudo cobrar una estocada entera un poco trasera que causo la muerte del toro. Se le concedió una oreja.
VOLAPIÉ EN LA SUERTE CONTRARIA
Fue la forma de matar que empleó para su segundo (sexto de la tarde, nº 94, negro, nacido en octubre de 2004, 470 kilos). Este toro tuvo más movilidad durante la faena de muleta que el anterior pero también acabó parándose. Perera lo mató con un volapié en la suerte contraria, que en teoría es la más apropiada para los toros aquerenciados en tablas. Colocó al toro con su costado izquierdo paralelo a las tablas, de forma que al ejecutar la suerte toro y torero intercambiaran los terrenos saliendo el toro hacia adentro y el torero hacia afuera. Como se vé en la foto el toro no llegó a arrancarse cuando el matador inició su carrera. Consiguió una buena estocada y le dieron dos orejas.
Fotos by ROCA.
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