miércoles, 20 de junio de 2012

NOVILLADA EN CLASE PRÁCTICA, FERIA DE ALGECIRAS 2012

PRIMERA LECCIÓN: MEDIR Y APROVECHAR EL TIEMPO

Martes 19 de junio
Plaza de Toros de Las Palomas
Primer festejo de la Feria Real de Algeciras
Novillada en clase práctica. Cinco erales y dos añojos de la ganadería de los Herederos de Miguelín para Juan Cortés, Curro Durán, Eduardo Sibaja, Jonathan Jiménez López, Antonio Nieto, Diego Luque y Jose Luis Becerra "Corruco II"

Eduardo Sibaja
Foto: Aurelio Pérez
El primer festejo de la Feria de Algeciras comenzó a las 9:30 de la tarde noche, con media plaza llena, ya sin sol y con una brisa agradable, y terminó pasadas las 12:30, metidos ya en la madrugada, con aire frío y una docena de gaviotas sobrevolando el casi vacío coso algecireño en busca de restos de bocadillos. Deberían aplicarse los organizadores y la presidencia no alargar demasido este tipo de espectáculos, que entre otras cosas deben servir para fomentar la afición entre los más jóvenes, pero una función de tres horas no la aguanta hoy ningún chaval, y menos por la noche. Las actuaciones de los chavales fueron acompañadas  por por los aires flamencos de Soraya Sánchez.

Los erales de Miguelín, no demasiado fuertes pero todos bravos, embistiendo con mayor o menor exigencia y casi simepre con calidad. Más difíciles fueron los dos añojos, por corretones. 

Al linense Juan Cortés, vestido de rojo y oro, se le fue el tiempo en probaturas ante un novillo que aunque era algo tardo, cuando se arrancaba embestía con calidad por ambos pitones. Había que exigirle la embestida cruzándose y había que dejársela en la cara para que repitiera, pero Juan tardó en cogerle el aire y solo al final sacó una tanda de derechazos y otra de naturales con buen gusto. Mató de un pinchazo saliendose mucho y de una estocada contraria pero algo trasera. Como trofeo recibió un oreja. 

Curro Durán, de azul y oro, se las vió con un eral un punto más pequeño y flojo que el anterior. Pasó desapercibido con el capote pero con la muleta mostró rapidez mental, decisión, colocación y buena ejecución a pesar de que el novillo se le fue quedando a medio pase a medida que transcurría la faena. Toreando al natural arrancó fuertes aplausos del público. Se pasó de faena y perdió los trofeos en la muerte del eral, en la que se prolongó en demasía y no llegó a sonar el tercer aviso por consideración de la presidencia. Se entiende que el chaval ande flojo con el estoque de cruceta, pero el puntillero, que ya no es un crío, debería andar más fino con estos novillitos. 

Eduardo Sibaja, de blanco y plata, fue la sorpresa y, a la postre, el máximo triunfador de la noche. Sacó todo el rendimineto posible al eral que le cupo en suerte, no dejando ni un solo tiempo muerto, mostrando agilidad mental para hacer las cosas sin demora ni alargándose incesariamente. Resolvió pronto el trámite con la capa y comenzó a cimentar su triunfo al compartir las banderillas con su compañero y amigo Jonathan Jiménez López, ofreciendo ambos un tercio movido y alegre pareando y recortando que calentó el ambiente. Subió la tamperatura de los tendidos bastantes grados más al comenzar citando de rodillas en el platillo de la plaza a un novillo que se arrancó velocísimo desde las tablas, al que recogió con la muleta y al que le dió cuatro o cinco derechazos en redondo llevándolo toreado. Se mostró seguro y con poderío en el toreo natural y fundamental y alegre y variado en los adornos, sin ahorrarse algún revolcón. Mató eficazmente de una estocada algo desprendida y se ganó las dos orejas y el rabo del novillo. La vuelta al ruedo que le dieron al eral fue mérito en parte de Sibaja, que lo alegró y lució mucho. Se fundió Eduardo en un emotivo abrazo con su maestro Diego el Merlo y disfrutó de lo lindo dando la vuelta al ruedo y devolviendo la gran cantidad de pañoletas y abanicos que le lanzaron, y dandose tres buenos latigazos de otras tantas botas de vino que le ofrecieron. 

Jonathan Jiménez López
Foto, JM Andana
Jonathan Jiménez López, de nazareno y oro, salió dispuesto a dar la réplica a su amigo Eduardo y comenzó apostando fuerte al irse a recibir a portagallola con un afarolado. Compartió con Sibaja las banderillas y ambos volvieron a divertir. En el último par solo dejó una pero mostró muchos reflejos, recursos y rapidez mental al aprovechar una embestida del eral para dejar el palo sobrante al violín. Con la muleta se mantuvo firme y aguantó mucho a un  novillo acometía pronto pero que fue el más difícil de la noche, por revoltoso y porque por el lado derecho tendía a buscar y a colarse. Mató con rapidez y eficacia aprovechando una arrancada del novillo y seobtuvo como trofeo dos orejas. 

Jesús Nieto ha aprovechado el tiempo, desde que lo vimos vestido de luces hace un año en la Feria de La Línea observamos con satisfacción que ha progresado mucho. Actuó ayer vestido de rosa y oro y tuvo delante un buen novillo enrazado ante el que se mantuvo forme para ligar tandas por los dos pitones con seguridad y limpieza. Se adornó con variedad y alegría. Mató de un pinchazo y más de media en su sitio. Compartió con sus dos compañeros de escuela la puerta grande al cortar dos orejas. 

Diego Luque
Podríamos decir que los dos becerristas se llevaron el lote más difícil de los novillos de Curro Mateo. Los dos añojos correteaban por el ruedo como auténticos perdigones y la primer papeleta que tuvieron que resolver ambos chavales fue lograr pararlos y fijarlos en los engaños. Les hizo los quites Cinthia Chaves, mejor en el primero y muy valiente en el segundo. El linense Diego Luque, que debutaba de luces con un traje azul y oro, tardó demasido en hacerse con el becerro, quizá por estar más pendiente a un inicio de faena que traía pensado ligando una larga de rodillas con gaoneras y que el animal no le permitió por huidizo. Hizo lo mejor cuando se fue detrás del añojo y lo paró en el centro del ruedo con buenas verónicas. Decidió no poner banderillas para dejarlo enterito y, ya al filo de las 12 de la noche, comenzó a torearlo de muleta mostrándose bullidor, a veces mandón y otras algo precipitado. Mató al segundo intento y se llevó como premio una oreja. Conocemos su caracter y sabemos que le sabe a poco, porque él mismo se exige más. 

Corruco II, de purísima y oro,  disfrutó de lo lindo con su añojo y brilló en un un quite por zapopinas (o lopecinas) muy aplaudido. Puso banderillas con alegría y con la muleta se llevó algunos achuchones del becerro pero se mostró valiente y variado, gustándose en los desplantes. Cazó la novillo de una estocada cuasi recibiendo y se llevó una oreja de premio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias

QUIZÁ TAMBIÉN LE INTERESE

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Licencia Creative Commons
Basada en una obra en remellao.blogspot.com.